
¡Precaución! En invierno, riesgo de incendio
Aunque el cielo estaba despejado y brillaba el sol, aquel día la nieve helada se escurría por los tejados. La bisabuela encendió el brasero eléctrico de la mesa camilla y lo tapó con las faldillas del mantel. Tras 4 horas funcionando, los flecos comenzaron a arder. La llama se propagó en cuestión de minutos generando un humo tupido. Aquella tarde, la “bisa” cuidaba a su nieto de 5 años. El niño abrió la puerta de la calle y salió a la escalera. Casualmente pasó un vecino que aplacó la ira del fuego con un extintor. Hoy en el blog de Área Salud hablamos del riesgo de incendio en el hogar.